Trasportar estos datos y sacar de ellos recomendaciones prácticas específicas de prevención para los equinos de la península Ibérica es necesariamente un trabajo especulativo para el autor.
Lo que sí se observa (anecdóticamente) es 1) la gran implantación de la enfermedad y sus secuelas entre los caballos en España y Portugal y 2) la tendencia a la sobrealimentación sobre todo en lo que se refiere al P.R.E.
En otros países la causa más frecuente de laminitis es la ingestión de hierba sobre todo rica en fructano, un carbohidrato de reserva (breve) que la hierba de pradera almacena en sus tallos en condiciones de fotosíntesis (sol - luz) y bajas temperaturas, es decir antes de poder utilizarlo para el crecimiento o para almacenarlo como almidón en su sistema radicular.
Aparte de algunas regiones de España (p.e. Asturias) en el resto de la Península Ibérica es más frecuente la alimentación típica de zonas de secano, alfalfa, paja y cebada y /o piensos, con un alto índice de obesidad que, según parece, pueden llevar a síntomas de insulino- resistencia como en el humano.
Un caballo obeso se encuentra en un equilibrio metabólico precario, en el cual basta con muy poco para que se precipite en una crisis de laminitis (además de tener que soportar más carga sobre cada casco debido al peso).
El problema está en que, lo que puede parecer obeso para un observador, puede ser belleza para el propietario, sin olvidar que viendo un caballo todos los días es difícil darse cuenta de los cambios graduales de engorde (sin comentar la propensión de algunos criadores a pensar que “la grasa esconde los defectos”, actitud que debería ser combatida por parte de los jueces de raza).
De todos es conocido el refrán popular “el ojo del amo engorda el caballo”, aunque a veces y a tenor de lo que vemos se podría decir que el “ojo del amo engrasa el caballo”, es decir que los cuidados del directo interesado son los más útiles para alcanzar una óptima “Body Condition Score” (B.C.S.) (puntuación de la condición corporal).
El B.C.S. es un sistema de puntuación de 1 a 5, que viene siendo utilizado por los nutricionistas para evaluar el estado nutricional de diferentes especies de animales, juzgando el aspecto exterior a través de palpaciones en puntos específicos del cuerpo (para cada especie son puntos diferentes), donde éstos acumulan grasas de reserva. En el caballo los puntos principales son : el cuello, dorso (bajo la montura) y entre la grupa y el nacimiento del maslo.
La puntuación de B.C.S. va de 1 (caquéctico), 2 (delgado), 3 (normal), 4 (gordo), a 5 (obeso). Por ejemplo, abrazando con la mano abierta el cuello alrededor del cordón de la nuca, en un B.C.S. 1 casi se tocarán el pulgar y el dedo medio, mientras que un B.C.S. 5 es difícil abrazar el cordón de la nuca con la mano. (Fotos: 8 - 9 -10 -11) |